La nariz tiene un papel importante en la estética facial. La rinoplastia es una de las cirugías más preferidas entre las cirugías plásticas. Si bien es fácil querer someterse a esta cirugía, tomar una decisión puede ser realmente difícil.
Hoy en día, el enfoque de la cirugía de rinoplastia es muy diferente al de antes. En el pasado, la gente se centraba directamente en el problema y actuaba de la forma más breve posible. Con el paso de los años, se ha comprobado que este enfoque era erróneo, ya que se ha comprendido que cualquier intervención realizada en la nariz puede causar graves problemas a medio y largo plazo y alterar la estructura funcional de la nariz. Hoy en día, los problemas en la nariz se abordan con enfoques más funcionales y analíticos que se adaptan a la anatomía de la nariz. Como resultado de estos enfoques, ya no vemos narices no funcionales que claramente están creadas por la misma persona y parecen bastante artificiales. Por supuesto, la experiencia del cirujano y su enfoque de la cirugía también son muy importantes en este caso.
No todas las narices pueden tener la forma que deseamos. Nuestro enfoque de la rinoplastia se basa en la lógica de resolver los problemas de la nariz de la forma más funcional y anatómica. Hay dos cosas que limitan lo que se puede hacer en la cirugía de rinoplastia. Una es la habilidad y la experiencia del cirujano. Otro punto importante es la estructura anatómica de la nariz a operar. Se pueden realizar correcciones en la medida que lo permita la anatomía nasal.
La cirugía de rinoplastia se realiza bajo anestesia general. Mientras se realizan correcciones estéticas, también se corrigen simultáneamente los problemas respiratorios.
La cirugía dura aproximadamente 2 horas. Una noche en el hospital es suficiente. El tiempo promedio que se necesita para realizar una rinoplastia y volver a la vida normal es de una semana. La nariz tarda aproximadamente entre 6 meses y 1 año en adquirir su forma ideal.